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lunes, diciembre 20, 2004

Reseña Franz Ferdinand en Concierto

Franz Ferdinand
En Concierto
De cómo bailar sin perder el estilo
por Anna Stephens

Las expectativas eran muchas y muy altas. Con el Mercury Prize del 2004 bajo el brazo, las reseñas en revistas y en Internet que hablaban de un gran álbum debut y la colocación de cinco de las once canciones del disco en listas de popularidad y en constante programación radiofónica, Franz Ferdinand sería juzgado por el público mexicano en el Teatro Metropólitan. El local estaba lleno. Caras sonrientes, ropa de moda, cerveza y conversaciones que iban desde la trascendencia del cuarteto escocés hasta las tendencias sexuales de su vocalista Alex Kapranos. Todo estaba listo.

A las 21:20 hrs. Alex Kapranos (voz y guitarra), Bob Hardy (bajo), Nick McCarthy (guitarra, voz y teclados) y Paul Thompson (batería) pusieron de pie a todos con “Cheating On You”. “Tell Her Tonight” y todo estaba dicho, durante los siguientes setenta y cinco minutos Kapranos se comportaría como todo un divo sonriente y seguro, pero accesible, de movimientos libres, pero melódicamente contenidos; todo lo contrario a McCarthy, quien convirtió el escenario en pista de baile, aunque estuviese cantando y tocando la guitarra o el teclado o haciendo las tres cosas a la vez; mientras que Hardy hizo gala de la frialdad que caracteriza a los británicos y durante todo el concierto no dejó de lado su actitud flemática y únicamente se desató cuando interpretaron “Van Tango”; Thompson se dedicaba a lo suyo, la concentración (o timidez) en pocas ocasiones lo dejó levantar la cara y observar a la audiencia.

Los apoyos visuales de Franz Ferdinand eran una enorme manta negra con el logotipo del grupo en medio, justo como la portada de su disco y la atinada iluminación que se mantuvo durante toda la presentación. “Auf Achse” y “This Boy”, primer encuentro con lo que será el segundo álbum del cuarteto, una canción que “trata sobre un tipo muy materialista, pero con un poco de carisma; la clase de personaje que te encanta despreciar”, según ha declarado Kapranos. El momento más esperado de la noche arribó muy temprano, el lugar era un salón de baile con “Take Me Out” (en una versión más corta). “Jacqueline” y el vocalista sentenció al público: “debido a que es la primera vez que estamos en México, no sólo queremos tocar las canciones de nuestro álbum, sino todas las que hemos compuesto”, y presentó “Well That Was Easy” y “Sophia” interpretada por McCarthy. Aparentemente tenían la intención de probar todo el material nuevo, pero no fue así. Entonces, Kapranos se paró derecho, estiró el brazo y delicadamente tronaba los dedos pidiendo aplausos rítmicos para “The Dark Of The Matinee”, el bailongo, al igual que los estrenos seguían con “Love And Destroy”. Para calmar los ánimos un poco “Come On Home” y “40’” que sirvió para presentar a cada integrante del grupo. Antes del encore “Darts Of Pleasure”, la mejor canción de su álbum debut.

Con tequila en mano y brindando por todos, el vocalista regresó al escenario y agradeció las ovaciones más que con palabras con un rostro de grata sorpresa. De nuevo su característica petición de aplausos y los presentes se renombraban “Michael”, haciendo justo honor a este nombre. Sin lugar a dudas, lo que más disfrutó Franz Ferdinand fue tocar “Van Tango”, se les observó relajados y unidos, dejando de lado los desencuentros que tuvieron a lo largo de la gira, como golpizas entre ellos arriba del escenario u hospitalizaciones por gastritis. “Shopping For Blood”, “Use Me”, que según la presentación de Kapranos es “cover de una banda poco conocida de Glasgow” y para cerrar contundentemente: “This Fire”.

Los asistentes salieron satisfechos del lugar. Caras muy sonrientes, ropa de moda sudada, cerveza agotada y conversaciones que iban desde la confirmación de la trascendencia de Franz Ferdinand hasta las tendencias sexuales de su vocalista Alex Kapranos (con la imitación correspondiente). Ahora las expectativas con respecto al segundo álbum son mayores y mucho más altas. En caso de que sean defraudadas, podemos afirmar que al menos por esa noche, las lecciones para aprender a bailar el mejor pop escocés sin perder el estilo, se dieron en México.


Reseña publicada en la revista La Mosca en el número de enero del 2005.

Biografía de Franz Ferdinand

Franz Ferdinand
Archiduques del pop escocés

por Anna Stephens

El 28 de junio de 1914, el archiduque Francisco Fernando de Habsburgo, heredero al trono de Austria-Hungría, y su esposa Sofía Chotek fueron asesinados en las calles de Sarajevo, capital de la provincia de Bosnia, la cual había sido ocupada por Austria-Hungría desde 1878. El sicario fue Gavrilo Princip, un nacionalista serbio de tan sólo diecinueve años de edad. El gobierno austrohúngaro aprovechó el atentado para lanzar un riguroso ultimátum a Serbia. La negativa de este país a aceptar esa resolución dio lugar a una declaración de guerra de Austria contra Serbia, el 28 de julio. Fue el inicio de la Primera Guerra Mundial.
La vida de Francisco Fernando había sido intrascendente hasta el día de su trágica muerte y tal vez su única misión en este mundo era morir. Pero no seamos tan crueles con la fatal existencia del archiduque, su nombre ha vuelto a ser inmortalizado gracias a Alex Kapranos (voz y guitarra), Bob Hardy (bajo), Nick McCarthy (guitarra, voz y teclados) y Paul Thompson (batería y voz). Este cuarteto escocés decidió bautizarse como Franz Ferdinand hace poco más de tres años, dándole al heredero al trono un nuevo significado y notoriedad.

So come and dance with me...
Alex Kapranos se mudó de Grecia a Escocia, para estudiar literatura inglesa en la universidad de Glasgow. Trabajó como soldador, chofer, maestro de inglés, cantinero y promotor de tocadas para muchas bandas, entre ellas Mogwai. Fue guitarrista y vocalista de The Blisters, apodados después como The Karelia, con quienes hizo Divorce at High Noon en 1997. Un año más tarde, fue el bajista de The Yummy Fur, quienes ya habían editado varios discos. Esta fue una banda muy conocida y aplaudida dentro de la escena musical de Glasgow, pero desafortunadamente se desintegró en 1998.


Mick Cooke (Belle & Sebastian) le regaló a Alex un bajo, con la única condición de que hiciera algo provechoso con éste y con su vida. Así que, en uno de esos improductivos días en la fría Escocia, estaban en casa de Kapranos él y Bob Hardy. Alex le preguntó a Bob si quería aprender a tocar el bajo, a lo que éste contestó que era un artista, no un músico. Kapranos le explicó a su amigo que ser artista y músico es lo mismo y Bob aprendió a tocar el instrumento. Las diferencias perceptivas entre ambos continuarían: mientras Bob quería formar una banda grande, trascendente, monumental, Kapranos tan sólo quería hacer música que hiciera bailar a las chicas.

Alex conoció a Bob Hardy en el The 13th Note Cafe, donde pasaba la mayor parte del tiempo cuando no estaba puliendo su obra como pintor, mientras estudiaba en la Escuela de Arte de Glasgow. De hecho, Hardy se considera a sí mismo pintor antes que músico.

Por su parte, Nick McCarthy nació en Blackpool pero creció en Rosenheim, Bavaria, “tomando prestados” aquellos coches cuyos propietarios no tenían la costumbre de cerrar. Estas lecciones cívicas que Nick daba a su comunidad lo hicieron acreedor del mote de “Nick McCar-Thief”. En sus ratos libres tocaba el bajo en Embryo, una banda de jazz alemana. Llegó a Glasgow convencido por sus amigos de Munich, quienes le aseguraron que era un lugar divertido para vivir. Poco después se dio cuenta de la mala decisión que había tomado: estaba aburrido, sin dinero, desempleado y sólo.

Alex Kapranos lo conoció cuando se robaba su vodka en una fiesta de la escuela de arte. Lo único que evitó que se agarraran a golpes fue la mentira de McCarthy, al comentarle a su contendiente que sabía tocar la batería. Nick es pianista y bajista, forjado en el Conservatorio de Munich, Alemania, y como cualquier persona podía golpear la batería, pero eso no significaba que supiera tocarla. Después de reunirse en su mansión con Kapranos y darse cuenta de que podían escribir canciones juntos, McCarthy accedió a ser parte del grupo, sobretodo porque le gustó la idea de componer música que hiciera bailar a las chicas.

Paul Thompson vivía de ser DJ en el bar The Vic y modelo en la Escuela de Arte de Glasgow. Fue baterista de The Yummy Fur desde el 97. Decidió cambiar su batería por una guitarra en un empeño, pero reunidos en una ocasión en la mansión de Nick, él y Thompson intercambiaron instrumentos bajo la promesa de que Paul podría seguir cantando y ser visto por el público mientras tocaba. Paul no tendría de qué preocuparse, por lo menos en Glasgow es famoso entre muchas mujeres gracias a su faceta como modelo.

La primera vez que se presentaron como Franz Ferdinand fue en Girl Art, una exposición organizada por un grupo de mujeres estudiantes de la Escuela de Arte de Glasgow, quienes sabían de las intenciones de Kapranos y compañía por hacer bailar a las chicas.

This fire is out of control
El éxito obtenido obligó a la banda a buscar un lugar más grande para ensayar que la mansión de Nick y lo encontraron en una bodega abandonada. Persuadieron al dueño de que los dejara ocupar el lugar, arreglaron ventanas, electricidad y lo rebautizaron como The Chateau. Uno de los primeros eventos que organizaron ahí incluía una exhibición en el quinto piso y una tocada (la cual los incluía a ellos) en el sexto. Comenzó a llegar más gente de lo esperado, las bandas tocaban, todos bailaban, el vino fluía y llegó la policía. Mientras que la autoridad escocesa subía por un lado del edificio, el alcohol salía volando por el otro. Alex Kapranos fue quien sufrió las consecuencias de esa redada, fue arrestado por abrir ilegalmente un bar y poner en peligro la seguridad y salud de la comunidad.

The Chateau fue clausurado y Franz Ferdinand tocó en diferentes lugares, hasta que Nick encontró una abandonada carcel victoriana, con todo y celdas. Ese fue el nuevo Chateau. Lo acondicionaron y restauraron un poco. Kapranos, Hardy, McCarthy y Thompson volverían a presentarse. Comenzó a llegar más gente de lo esperado, las bandas tocaban, todos bailaban, el vino fluía y llegó la policía.

The Chateau cerró después de que la policía escocesa se tomó la amabilidad de entregar cuatro avisos de clausura, por lo que Franz Ferdinand se trasladó a Londres a tocar y buscar refugio en algún sello discográfico. Se dice que en alguna ocasión, asistieron más de cuarenta representantes de disqueras al famoso Chateau, para verlos y escucharlos, situación que los integrantes del grupo encontraron exageradamente ridícula.

Con el EP Darts Of Pleasure y la fama que habían adquirido, conocieron a muchas personas dedicadas al negocio de la música, pero ninguna que los convenciera, hasta que finalmente se toparon con Laurence Bell, de Domino Record, el sello independiente que ha internacionalizado al cuarteto. El EP fue grabado en el 2002 y lanzado el año siguiente. Algunas canciones de Darts Of Pleasure eran “Tell Her Tonight”, "Shopping for Blood" y "Van Tango". El grupo se dedicó en el 2003 a abrir los conciertos de Hot Hot Heat e Interpol (incluso se apodó a Franz Ferdinand como los Interpol de Escocia) y a principios del 2004 se lanzó “Take Me Out” como nuevo sencillo.

So I’m on BBC2 now...
Al terminar de escribir una canción, el grupo se pregunta a sí mismo: “¿Dónde está lo divertido en ella?”. El reto, según ellos, es demostrar que el rock artísticamente creado puede incluir tonadas pegajosas que resultan ser bailables. Más de dos millones de personas y una exitosa gira mundial indican que el reto fue superado. Franz Ferdinand es un disco bailable y divertido de principio a fin, lo que no significa que sea simple. Los temas más recurrentes son lujuria y amor, en todas sus facetas.

“Jacqueline” aparenta ser una balada, se torna cruda, oscura y adversa. La historia de una oficinista de diecisiete años de edad que detesta trabajar y su intercambio de miradas con extraños.

“Tell Her Tonight” evoca al Blur de Parklife, de letra sencilla y acordes divertidos.

“Take Me Out”, con todo y el galardonado video inspirado en imágenes de la década de los treinta, el dadaísmo, el constructivismo y la propaganda rusa, fue de los mejores sencillos del 2004. La canción inicia amenazante y Kapranos se muestra fingidamente inseguro ante su presa, pero después ataca sólidamente con el incansable golpeteo rítmico y lírico. A la altura de “Common People o “Girls & Boys”, difícilmente será olvidada.

“The Dark Of The Matinee” o las perversas aventuras pasionales y el cinismo del cuarteto al rendirse terminantemente ante la fama.

“Auf Ausche” es una crónica romántica obsesiva, agresiva e intrigante, acompañada de un piano hipnótico y la voz susurrante y vociferante de Alex.

“Cheating On You” es la combinación entre el punk y la armonía beatle.

“This Fire”, la historia de un deseo desenfrenado y su culminación con las guitarras de Alex y Nick al final, un sencillo muy agitado.

“Darts Of Pleasure” es una de las mejores canciones del disco. En ella reside la esencia del cuarteto de Glasgow: la diversión. De nuevo, Kapranos y McCarthy hablan de la pasión, el flirteo y el reto de ver quién resiste más ante esos juegos de seducción; al parecer, el premio para el súper fantástico ganador es champaña y salmón.

“Michael” es una excelente canción. Trata de un encuentro entre dos hombres supuestamente homosexuales, historia que causó revuelo entre los medios británicos, mucho más al saber que estaba basada en un hecho real y que el tal Miguelito era amigo de la banda. ¡El agasajo que se dieron cuando lo localizaron y lo entrevistaron! Alex Kapranos declaró a Boyz (revista gay) que en una noche de parranda, él junto con los demás integrantes de la banda y otros amigos, fueron al Disco X, un antro de Glasgow. Después de varios alcoholes, dos de ellos comenzaron a bailar juntos de una manera muy sensual. Franz Ferdinand se negó a revelar la identidad de ambos, pero ahora se sabe que uno es Michael Kasparis, de veintidós años. El guitarrista de V-Twin, declaró que a pesar de que se siente halagado por saltar a la fama gracias a sus grandes cuates de Franz Ferdinand, no es gay. Su novia es una francesa que trabaja para MTV Londres, quien ha encontrado muy divertida esta repentina popularidad de su novio. A Michael Kasparis se le puede ver bailar libremente (presume que no necesitó de coreografía) en el video de la canción. Lo intrigante ahora es la respuesta que Kapranos dio a Boyz cuando se le preguntó si se sintió tentado de unirse a la acción: “Todos se veían maravillosos esa noche”, respondió.

“Come On Home” es un tema que significa neurosis, ataques de ansiedad, soledad, creer que un clavo saca a otro clavo y el ruego porque ella o él regrese y se termine el abandono. Final melancólico y contradictorio.

“40’” es la influencia de Damon Albarn en la última delirante, elegante y exquisita canción del disco. Un tema con referencias suicidas, aunque la banda declara que trata de cuando una persona se encuentra en una situación difícil (¿?).

I know that you will surrender
Franz Ferdinand, fue la mejor banda del 2004. Entre sus hazañas se encuentra la conquista del mercado norteamericano, el cual para otros grupos británicos ha significado un desafío continuo. El cuarteto afirma ser una banda de sencillos, de música pop, que los lleva a una rebeldía ante toda la música que se produce en su país. Ahora que trabajan con Jarvis Cocker en la música de la cuarta película de Harry Potter, ahora que Christian Dior y Paul Smith les envían parte de sus creaciones, ahora que Kapranos trabaja al lado de Dan “The Automator” Nakamura, ahora que organizan un festival en Glasgow con bandas locales y que escribieron el himno para un equipo de futbol escocés, me pregunto: ¿dónde habrá quedado esa rebeldía?

Al paso del tiempo, la bala de Princip tuvo un alto costo humano, entre muertos, desaparecidos y heridos. Al paso del tiempo también, conoceremos si es alto el costo de nombrarse Francisco Fernando o si los nuevos archiduques del pop escocés logran vencer la mala fortuna de su progenitor.

Texto publicado en la revista La Mosca en el número de enero del 2005.






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