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lunes, enero 08, 2007

The Long Blondes

The Long Blondes
Someone to Drive You Home
Rough Trade
2006

Autos, rubias, rock´n roll.
por
Anna Stephens


Como si se tratara de una ley newtoniana, la mayor parte de la población mundial cree que las rubias son tontas. ¡Y cómo desmentirlos!, si desde tiempo atrás algunas blondas naturales -y otras no tanto- han dado fuerza a ésta creencia: Marilyn Monroe probó que los hombres las prefieren rubias, Gwen Stefani hacía pucheros y cantaba “Just a girl” y Alejandra Guzmán le cantó a Paulina Rubio “Hey güera”... seguramente el espíritu de Simone de Beauvoir se lamentaba como la mismísima Llorona. Mención aparte y honorífica merecen Pamela Anderson, Britney Spears, Mariah Carey y Paris Hilton. Otras güeras han tratado de quitarse este estigma que las persigue cual tormenta sobre sus tan envidiables cabelleras y aunque el número de ejemplos no rebasa a las del equipo contrario, sí se puede mencionar a Madonna (sin olvidar su tan afamado “Blonde Ambition Tour”), las 4NonBlondes con todo y su one hit wonder, Deborah Harry (con o sin Blondie) y en noviembre del 2006 se sumó a la lista The Long Blondes.

El quinteto de Sheffield, Inglaterra está integrado por tres chicas, Kate (voz), Dorian (guitarra), Emma (guitarra y teclados) y dos chicos, Reenie (bajo) y Screech (batería) . The Long Blondes fueron calificados en el 2005 como la mejor banda británica no firmada y para abril del 2006 Rough Trade les ofreció un contrato para editar -después de tres meses de sesiones de grabación-, su primer álbum: Someone to Drive You Home.

Influenciados por The Smiths, Blondie, Siouxsie and the Banshees, pero sobretodo por sus coterráneos Pulp y con una buena carga de peróxido en las guitarras, Someone to Drive You Home hace un recorrido por lo que significa la vida de una adolescente, narrada desde una perspectiva sencilla, directa y honesta... muy al estilo Jarvis.

En la primera canción “Lust in the Movies”, Kate responde al llamado hormonal cantando: “I just want to be your sweetheart...!” y para “Once and Never Again” recomienda a una chica de 19 años que, a su edad no necesita un novio, cayendo así en el cliché de la hermana mayor que sabe lo que siente la otra. “Only Lovers Left Alive” pasa casi desapercibida para continuar hacia “Giddy Stratopheres”: la fusión atemporal del estilo de Siouxsie con las guitarras de Nick McCarthy, de Franz Ferdinand. “In the Company of Women” sería inadvertida sino fuese por la trama. Para “Heaven Help the New Girl”, Kate literalmente retoma el relato de “Once and Never Again”, como una balada de alguien que sufrió los golpes (¿también literales?) de una relación pasada. “You Could Have Both” es el odio directo hacia aquellas chicas que gustan de entrometerse en una relación. “Separated by Motorways” representa el choque entre The Smiths y Sons & Daughters. “Weekend Without Makeup” es temáticamente la respuesta perfecta de The Long Blondes a “Lipgloss” de Pulp. “Madame Ray” recuerda a lo más pop de Pretty Girls Make Graves y finalmente “A Knife for the Girls” es el track más oscuro y con el que cierra el disco.

Esperemos que a The Long Blondes no le suceda lo mismo que a Pulp al ser dejados de lado por destacar a los representantes de la escena británica del momento; esperemos que la sinceridad, desenvoltura y seguridad que la banda plasma en Someone to Drive You Home sea reconocida a tiempo y no a futuro; y esperemos que la calvicie llegue pronto para Paris, Britney, Pamela...

La reseña de The Long Blondes fue escrita para el Extracto de la Semana del 9 al 14 de enero de 2007 de Ibero 90.9

Entrevista Kasabian

Entrevista con Kasabian
Por
Anna Stephens


El Reino Unido fue erigido por hombres y mujeres de la clase media, que creyeron en la sangre azul y la divina descendencia de sus reyes para la edificación del imperio. El belicoso pasado y el alto costo en vidas por el cual ha atravesado la historia del Reino Unido, lo ha marcado como uno de los pueblos más sangrientos de la humanidad. Historia que fue inspiración para el primer álbum de Kasabian, quienes recluidos durante meses en una granja al sur de Inglaterra grabaron su álbum homónimo, editado en el 2004. Para Empire, su segunda producción, el cuarteto de Leicester dio la vuelta al mundo y regresó para de nuevo recluirse, en ésta ocasión, en el mundo de las drogas psicodélicas.


Durante su visita a México, Kasabian presentó por primera vez en vivo este material. Previó al concierto, Serge Pizzorno (guitarrista y líder) platicó del inconsciente carnívoro y las reclusiones mentales que lo inspiran a componer.

¿Cómo era para ti un día común en Leicester?
Todos provenimos de familias de clase trabajadora…. Todos fuimos a la escuela, ninguno de nosotros quería un trabajo de mierda, así que formamos una banda. Yo trabajaba en una fábrica de Tía María. Empacaba las botellas y pasaba las cajas al siguiente nivel. Era todo lo que hacía. Me pagaban 5 libras por hora. Era podidamente aburrido…

El tedio puede llevar a la mente a lugares muy oscuros...
Si lo mencionas por el nombre del grupo, no estamos obsesionados con Charles Manson, él esta totalmente fuera de la realidad, era un nazi. Simplemente necesitábamos un nombre y me gustó como se escuchaba ese, así que lo adoptamos.

En su primera producción, existe una enorme constante de sangre, carne y una sensación de aislamiento y locura.
En el primer disco estábamos obsesionados con la sangre, la carne y todo ese tipo de cosas, porque queríamos provocar sensaciones y despertar pensamientos en la gente que nos escucha. Solamente decimos las cosas de manera diferente, no de un forma maligna… son solo palabras que te provocan pensamientos. No es ninguna obsesión con Jack el Destripador o algo por el estilo, mientras te guste lo que escuchas, las letras no tienen que ser tan profundas. Así es la música. No creo que necesites siempre de un significado. Hasta donde recuerdo, no tengo idea de qué tratan mis canciones favoritas... por ejemplo en ”I Am The Walrus” no tengo idea de lo que habla o el por qué utilizan tales o cuales palabras, sólo sé que me gusta…

¿Crees que actualmente los músicos tengan miedo de decir las cosas de frente..?
Actualmente existe un enorme vacío de íconos, porque nadie tiene nada que decir o porque temen decirlo y eso es una mierda. Nuestra música trata de la gente, no del sistema. Es acerca de los jóvenes y de lo que sucede cuando estás hasta la madre de todo. Es una invitación a la gente para que vaya a nuestros conciertos y enloquezcan, y lo hacen. Eso es lo que tengo que ofrecer. Soy un músico, no pretendo cambiar el mundo como lo hacen Bono o los demás, está bien por ellos, que Dios los bendiga, pero esa no es mi intención. Nosotros engañamos al sistema al integrar una banda y vivir de esto, si quienes nos escuchen nos ven como inspiración ¡qué bien!, sino tan sólo pasan un buen rato escuchándonos y es todo.

¿Cuál es la constante de Empire?
El nuevo álbum es acerca de drogas psicodélicas. Es en donde estamos en este momento. Antes estábamos muy enojados. Fueron demasiadas cosas las que sucedieron mientras hacíamos el primer disco. Fue cuando estalló la guerra en Oriente Medio y todo lo que conllevaba: los encabezados alarmistas en los diarios y cosas así y necesitábamos salir un poco de todo eso. Es de dónde provenían las canciones del primer álbum. No pretendíamos decir qué estaba bien y qué estaba mal. En ese momento esa clase de letras sonaban bien para nosotros y así se hizo el disco.

Empire es como una gran orgía en París en la década de los 20, así es como se escucha. El álbum esta inspirado en la Absenta, cuando tomas absenta es como estar más allá de pedo. Se siente como el fin del mundo… Incluso días después de haberla tomado, no recuerdas nada respecto a esa noche. La mejor manera de obtener drogas en Leceister es cultivándolas tú mismo. Los hongos crecen en el bosque, así que simplemente puedes salir a recogerlos y la absenta es legal en las licorerías de allá.

Con Empire, Kasabian vuelve a dar otra vuelta por el mundo, dejando de lado la indumentaria de working class heroes y vistiendo un nuevo traje de emperadores. El cometido ahora es librar la encarnizada batalla del famoso segundo álbum y al mismo tiempo unificar al imperio, que espera coronarlos a su regreso como la siguiente gran banda del Reino Unido.


La entrevista con Kasabian fue publicada en el número de enero de la revista La Mosca.

Robbie Williams

Un gran número de estrellas del pop son gays pretendiendo ser heterosexuales. Voy a comenzar un movimiento de estrellas pop hetero, que pretendan ser gays.”
Robbie Williams

Robbie Williams

por Anna Stephens

Para muchos, un mal que parece que nunca desaparecerá de la escena musical son las boy bands, así como su modalidad rockera, mejor conocida como emo. Para otros significa un mal necesario, que a pesar de explotar lo más predecible y deteriorado del pop, sirve como contrapeso al resto de los estilos musicales.
Aunque poco se espera de quienes integran las tan odiadas boy bands, en años recientes han sobresalido dos hombres que lograron sobreponerse a la chiclosa música que masticaban antes: Justin Timberlake y Robbie Williams. Después de varios años en contra de esas caries conocidas como *Nsync y Take That, estos señores se han ganado el respeto del público y la industria, haciendo su propio trabajo y haciéndolo bien.


En el caso de Robbie Williams, éste lo ha llevado a ser candidato para fungir como vocalista de Queen, a ser compa de Noel Gallagher y a firmar un contrato por más de 80 millones de dólares con EMI Music, además de un jugoso deal con Adidas. Su carrera ha sido como una bola de nieve que no conforme con arrasar con todo a su paso por Europa, brincó el charco para establecerse en México y parte de Latinoamérica, gracias a nueve años de experiencia como solista –al parecer Estados Unidos sigue siendo territorio difícil de conquistar para los británicos.

Seis álbumes después, Williams presenta su CD más arriesgado y ambicioso: Rudebox. Robbie suelta la lengua y en vez de entregar un material lleno de coros melosos y obvios, hip-popea con versos de su propia autoría y sale bien librado. De los quince tracks que componen el álbum, destacan “Rudebox”, “Keep on”, “Never touch that switch” y “She’s Madonna”.

Rudebox cuenta con la participación de Lily Allen, William Orbit y los Pet Shop Boys en los coros y la producción, además de incluir cuatro reinterpretaciones: el malogrado “Bongo bong/Je ne t’aime plus” (original de Manu Chao); la renovada “Lovelight” (de Lewis Taylor); “Kiss me”, de Stephen Duffy y “We’re the Pet Shop Boys” (de My Robot Friend).

Luego de la cuestionable calidad de Intensive Care, este disco toma un rumbo diferente al acostumbrado, que sin duda se traducirá en duras críticas; sin embargo, es una producción que bien podría ponerse al tú por tú con St. Elsewhere, de Gnarls Barkley y quedar en un empate técnico.

Once años después de su salida de Take That, Robbie Williams se perfila para alcanzar los niveles de Madonna o Michael Jackson. Es uno de esos tipos que debido a su personalidad es odiado o adorado; de los que se aman en secreto pero se les niega en público, por la sencilla razón de que sabe tocar ese nervio pop que todos llevamos dentro, pero que nos cuesta trabajo aceptar.

Robbie Williams
Rudebox
EMI Music
2006


El artículo del nuevo álbum de Robbie Williams fue publicado en el número de enero de la revista Círculo Mixup.

Pulp

Como un gran número de personas, creo que el show de John Peel fue el lugar donde realmente aprendí acerca de la música.”
Jarvis Cocker

Pulp: The Peel Sessions
por Anna Stephens


El show de John Peel mostraba a todas aquellas bandas que, independientemente de su tendencia musical o experiencia, podían hacer algo más que sólo componer y tocar; bandas que podían comunicar, de manera casi visual, la música que tocaban en vivo. En su espacio radiofónico de la BBC de Londres cabían artistas emergentes y canciones que en muchas otras emisiones se negaban a tocar. John Peel fue una figura familiar para los melómanos en el Reino Unido y se convirtió en el padrino de varias agrupaciones cuyos integrantes lo escuchaban fervientemente. Muchas bandas trataron de cautivar el oído del locutor, pero pocas lograron grabar más de una sesión en vivo para su programa… y Pulp fue una de ellas.

En una de las visitas de Peel a Sheffield, el vocalista (de tan sólo 18 años de edad) le entregó una cinta con sus grabaciones caseras al locutor; cinco días después, el productor del programa invitó al grupo a viajar a Londres para grabar su primera sesión, en 1981, aunque regresarían al programa en 1993, 1994, 1995 y tres veces en el 2001.

Así que las recién editadas “Peel Sessions” de Pulp son un invaluable documento que sobrepasa a cualquier programa de televisión o libro escrito sobre el grupo. No se trata sólo de escuchar a Pulp en vivo, sino de descubrir la aportación –pocas veces reconocida– de Jarvis y compañía a la música inglesa. Es además un relato vivo de su evolución, en un par de discos que muestran la fe de una persona que creyó en la música y la expuso por más de dos décadas en sus formas más rústicas y refinadas, sin importar nada más que comunicar sus posibilidades infinitas.

Pulp

Peel Sessions.
Island/ Universal,
2006
La reseña del álbum de Pulp fue publicada en el número de enero de la revista Círculo Mixup.

Oasis

Oasis
Stop the Clocks
Sony-BMG
2006


por Anna Stephens

Primer recopilatorio de los de Manchester, en el que más que incluir lo mejor, recogieron las dieciocho canciones más conocidas, coreadas y aplaudidas del ahora cuarteto. Sin dejar de lado el estilo Gallagher, este acoplado doble presenta sólo nueve canciones por disco y en estricto desorden cronológico.
Inician con“Rock ‘n’ Roll star” y se despiden con “Don’t look back in anger”, aunque también figuran “Wonderwall”, “The masterplan” y “Live forever”, entre otras.


El arte gráfico del álbum es una combinación entre lo que hicieron en Definitely Maybe y (What’s The Story) Morning Glory?, con fotografías de distintas etapas del grupo.


Este disco llega en un momento en que el grupo reencuentra el camino de lo que hacía una década atrás, pero ¿por qué no aprovechar el espacio que tiene un CD para incluir lados B o canciones como “Cast no shadow”, “Shakermaker” o “Whatever”? ¡¿Por qué?!


La reseña de Oasis fue publicada en el número de enero de la revista Círculo Mixup.

Foo Fighters

Foo Fighters
Skin and Bones
Sony-BMG
2006


por Anna Stephens


Una excelente selección de canciones ofrecieron Dave Ghrol y sus muchachos durante un concierto en Los Ángeles, en agosto pasado. Un show acústico en el que además de los instrumentos de cajón figuraron el violín, la mandolina, el piano, el acordeón y la armónica, para dar vida a las 15 canciones que aparecen en este álbum. Destacan “My hero”, “Next year”, “Big me”, “Best of you” y sobre todo “Everlong”. Y lo mejor es que en todos los casos y a pesar del formato, las canciones no pierden un gramo de fuerza o de contundencia interpretativa.


La reseña del álbum de Foo Fighters fue publicada en el número de enero de la revista Círculo Mixup.

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