Blogs México

viernes, septiembre 30, 2005

martes, septiembre 27, 2005

Opinión Interpol en México

POR FAVOR, NO ALIMENTE AL ARTISTA
Por Anna Stephens

Medianoche del lunes 5 de septiembre de 2005. En un club del centro histórico de la ciudad de México, una veintena de personas platica a media luz. La sala improvisada por los dueños del lugar, esta cercada por mecates de color amarillo. Las personas que rodean el cerco, sacan fotos e intentan llamar la atención de tres hombres norteamericanos vestidos de negro.

Uno de ellos había llegado al Distrito Federal, después de pasar unos días de vacaciones con su novia en Puerto Vallarta. Esa noche decidió pasarla en uno de los rincones de la sala tomando cerveza. A pesar de que sabíamos que vivió durante algún tiempo en nuestro país, varios de los que charlamos con él, lo hicimos en inglés. Todas sus respuestas fueron en un fluido y bien acentuado español. Aunque se mostraba amable ante las peticiones de obsequiar un poco de su polvo estelar, este hombre era de actitudes y movimientos soberbios, pausados pero seguros.

El otro norteamericano se encontraba platicando en uno de los sillones con una mujer joven. A simple vista es imposible adivinar que su modus vivendi es el de un metrosexual y que en días anteriores se había quemado la frente con una plancha para alaciado de cabello. Le molesta la impuntualidad de sus compañeros e intenta verse siempre mejor que ellos. Su condición egocéntrica le indica que él nunca debe de acercarse a nadie, sino que él debe ser el perseguido. Modestia aparte es un tipo interesante y afable.

El tercero en cuestión va de un lado a otro con su bebida en la mano. Es un hombre de pocas palabras pero que porta elegantemente un traje de confección italiana. Jamás perdería el estilo. No platica mucho y cuando lo hace, sus respuestas son cortas y determinantes. Él es el cerebro detrás del grupo y tal vez por eso no convivió tanto como sus demás colegas.

Los tres (junto con su compañero, ausente en la fiesta) habían cimbrado el suelo del World Trade Center esa misma noche y ahora se encontraban en medio de la tradicional idolatría mexicana. Ellos se comunican en el escenario a través de siluetas y sombras delineadas por un extraordinario juego de luces multicolores que acompañan a los sombríos acordes y la inquietante voz de su vocalista. Este concepto no corresponde del todo a una multitud celebrante de pasajes líricos tan abstractos como la que asistió a sus conciertos, sobretodo al WTC.

El cuarteto no comprendía la necesidad de darle cara a su música, al menos no hasta esa noche. Se rumora que Matador Records grabó el concierto del pasado jueves para el lanzamiento de un álbum o DVD en vivo. El grupo se negó a que en el escenario hubiese cámaras filmándolos, lo que refleja la trascendencia que tiene para ellos mantenerse lejos de esa imagen visual, no sólo con sus fanáticos, sino también con su disquera.

Afortunadamente nuestro país se ha convertido en parada obligatoria de muchos grupos, pero aún no estamos listos para darle el justo lugar al artista y dejar de convertirlo en ídolo. Aunque su triunfo y consagración en la historia de la música aún está pendiente, Interpol visitó México en el mejor momento de su carrera. Pero por favor, no alimente al artista.


Texto publicado en la columna de Territorio Sonoro de Ibero 90.9 FM en la edición del sábado 24 de septiembre del periódico El Universal.

lunes, septiembre 26, 2005

Biografía Zoé


El Largo y Sinuoso Camino de Zoé

por Anna Stephens

La edificación de una industria del rock hecho en México se asemeja mucho a la construcción de nuestras vías de comunicación: los cimientos de la mayoría de las bandas no han sido tan sólidos como para seguir adelante y a su vez las compañías discográficas no han sabido esbozar adecuadamente ese camino a seguir. Zoé es una de esas escasas agrupaciones que han decidido esquivar baches, pasar topes y esperar a que la luz roja cambie a verde.

La historia de Zoé inicia en 1994, al tiempo que se gestaba en el Reino Unido uno de los dos movimientos musicales más importantes de esa década: el Britpop. A diferencia del grunge -el otro género noventero cuyas raíces se encuentran en el punk-, el Britpop se engendró a partir de la música de los Beatles. El cuarteto de Liverpool es la principal influencia del grupo, aparte de Stone Roses y Charlatans UK. Después de varios cambios de alineación, Zoé se estabiliza hasta 1997 con León Larregui (voz y guitarra), Sergio Acosta (guitarra), Beto Cabrera (batería), Ángel Mosqueda (bajo) y Chucho Báez (teclados).


Ante la falta de espacios para presentar su música y ya con un demo circulando, el quinteto gestionó sus propias tocadas causando interés en la radio hispana de Estados Unidos. Un improductivo primer contrato firmado en 1998 y Zoé decide grabar en el verano del 2000 su álbum debut de manera independiente. Sony Music se dio a la tarea de poner a circular este disco homónimo, del cual se extraen canciones como:"Asteroide" y "Miel". Este exitoso trayecto recorrido por el grupo lo llevó a participar en los soundtracks de "Amar Te Duele", "Ladies Night" y "The Dreamer". En noviembre del 2003, Zoé estrena su segundo material bajo la batuta de Phil Vinall (Placebo, Elastica, Pulp). De "Rocanlover", se lanzaron como sencillos: "Peace & Love", "Love" y "Veneno".

Aunque Zoé ha seguido siempre su propio camino, la falta de interés e inversión de la industria puso un alto a su carrera el 2004. El cambio de luz llegó hasta mediados del 2005, cuando Noiselab (disquera independiente que en México distribuye a bandas como Interpol, Bloc Party y Arcade Fire, entre otras) firmó un contrato con el grupo. Como un nuevo comienzo, Zoé sacó a la venta su primer EP: "The Room". Además de "Dead", el video y los remixes a la canción hechos por Sonido Lasser Drakkar, Bengala, Los Dynamite y Sexy Lucy, este disco contiene dos canciones nuevas: "Morning Watts" y "She Comes" y una animación hecha por León Larregui. El tercer álbum de Zoé se estrenará hasta inicios del próximo año, con temas en inglés con el propósito de cruzar la frontera y transitar por el mercado anglosajón. Incluso se rumora del interés de Alan McGee (fundador de Creation y Poptones y descubridor de Oasis, Primal Scream y The Hives, entre otros) por probar suerte con ellos en Inglaterra.

La paciencia y empeño con que Zoé supo manejar estos diez años de carrera ha dado fruto. Dos fechas totalmente agotadas en el Teatro Metropolitan de la ciudad de México y una nueva disquera que ha demostrado interés por construir nuevos caminos para la industria del rock nacional, son suficientes para augurar que el camino de Zoé estará libre de peligro. Al menos por los meses venideros.


Este texto fue escrito para el número de octubre de la revista File y también fue incluido como biografía oficial en la página de Zoé

jueves, septiembre 01, 2005

Entrevista con Los Fancy Free

Entrevista con Los Fancy Free
Por Anna Stephens

Desde finales de la década de los noventa, Martin Thulin ha tratado de sacar adelante a Los Fancy Free. Después de quedarse sin baterista ni bajista en el 2002 editaron Menonita Rock, que les dio cierto reconocimiento. “Un disco más bien electrónico. ‘Voltage is OK’ se utilizó en los comerciales de cerveza Sol y no hemos recibido pago de regalías”. Thulin ha declarado que algunas de sus influencias las encuentra en música hecha en décadas pasadas por Fat Gadget, Magazine, David Bowie, Roxy Music y Talking Heads. “Toda mi colección de discos es de los perdedores de la música. Música con enfoque sesentero de pop psicodélico, de la cual casi nadie se acuerda”. Menonita Rock se editó en México y Europa occidental. Dejando atrás a “disqueras grandes, que son aparatos burocráticos, en los que nadie sabe nada sobre tu disco y cambian constantemente de personal”, e incorporando a un bajista y un baterista, Los Fancy Free presentan su segunda producción Out Of Place bajo el sello nacional Noiselab.

Si ustedes mismos han declarado que de la música no se vive, ¿por qué hacer otro disco? ¿Cuáles son sus expectativas con este segundo álbum?
Martin Thulin: Más que expectativas, es que no hay alternativas. Para nosotros es un estilo de vida propio y a ninguno de nosotros nos interesa estar en una oficina trabajando. Es preferible no tener dinero para comer que estar chambeando en cosas que no nos gusta.


Carlos: Lo que nosotros hacemos es generar música y obviamente en Out Of Place sí hay la intención de hacer música más accesible, entonces eso necesariamente se va a reflejar en la respuesta del publico. En este momento creo que estamos haciendo un público totalmente nuevo para la banda, no me parece que sea la misma gente que escuchó Menonita Rock. Apenas hace un año comenzamos de cero, que fue como una reinvención de Los Fancy Free y ahora cada vez más gente va a vernos.

¿Por qué el título de Out Of Place?
MT: Nos sentimos un poco como dice nuestro primer sencillo “Copycat”. Ahorita todo parece un refrito de lo que se ha hecho antes, como si fuera música folclórica.


C: Nos inspiramos en lo que dice Syd Barrett en “Sometimes I Feel Alone...”, era justo cómo nos sentíamos en ese momento.

¿Cómo definirían a Out Of Place?
MT: No sé. Veo esto de hacer discos en un plano más personal, es una cuestión de expresión. Lo he hecho desde los 6 años que comencé a coleccionar discos, a los 13 años empecé a tocar en bandas y a los 15 a presentarme en vivo. Tengo las capacidades para componer cosas mucho más comerciales y que me deje más económicamente, pero la verdad no me interesa, prefiero hacer algo que a mi me gusta.

¿Cuál es la diferencia musical entre el primero y el segundo álbum?
MT: La actitud y la música es la misma, sólo que la estética de la banda en cuanto al sonido ha cambiado por completo. En Out Of Place no hay cintas o cajas de ritmo, salvo en una rola, y es que yo mismo me harto de las cosas que hago y no me caso con un estilo en particular, así que tal vez el próximo álbum de Los Fancy Free sea de jazz.

Actualmente, algunos grupos independientes están en el mainstream ocupando las listas de popularidad. ¿Qué pasaría si Los Fancy Free comienzan a ser parte de este mainstream? ¿Cómo se sentirían al respecto?
MT: No tengo problema con el establishment en sí, mientras pueda hacer lo que quiera y no me estén censurando o diciéndome cómo tengo que hacer las cosas. En ese sentido no me da miedo el mainstream, al contrario lo que es para un publico grande es genial. Creo que es algo que efectivamente está pasando con muchos grupos dizque alternativos de música electrónica o de rock y lo que a mi me da flojera de esas bandas como The Strokes, Scissor Sisters, Radio 4 o cosas así, es que siento que son retro y que ese tipo de música ya se hizo, pero desafortunadamente todo lo que hacen ellos suena a lados B. No tienen hits reales, como las bandas de los 80 o del movimiento punk. Siento que el movimiento underground está un poco pobre y no se están haciendo cosas interesantes, y de repente en lo más mainstream como en el R&B hay cosas muy impresionantes como Missy Elliot o OutKast, creo que hacen cosas más interesantes que la mayoría del underground actual.

¿Por qué cantar en inglés?
MT: Se me hace divertido ese fenómeno. Jamás pensé que cantar en inglés fuera controversial y a cierta gente se le hace chocante cantar en inglés por toda la onda del rock en tu idioma y cosas así. Lo hago por dos razones: siempre me enfoque a que Los Fancy Free no se quedaran nada más en México y así sucedió con el primer disco, que antes de ser firmado en México, lo fue en Europa, y si canto en español o en otro idioma no tiene el mismo alcance. La otra razón es, que por cuestiones de fonética no me siento cómodo cantando en español, porque a mi siempre me sobra una sílaba con este idioma, en inglés son diptongos y sonidos que puedes modular mucho más fácil. He cantado en español y el resultado no me ha gustado. Admiro mucho a la gente que sepa cantar en este idioma. Lo que veo para bien o para mal es que muchas bandas en México hoy en día vuelven a cantar en inglés, es una tendencia que he observado. Creo que comercialmente hubiera sido mejor para nosotros cantar en español, pero finalmente lo más importante es la música.

¿Creen que exista el rock mexicano? ¿Los Fancy Free son parte de este movimiento?
C: Sí, sí existe definitivamente y aunque no nos parecemos a las demás bandas en cuanto a temática o estética, estamos bajo las mismas condiciones que se viven aquí.


MT: Sí definitivamente somos una banda de rock mexicano porque vivimos las pinches condiciones de aquí, aunque no nos parezcamos en muchas cosas. Este movimiento también tiene que ver con robarse espacios y es lo que queremos hacer nosotros, tener otra propuesta y que la gente nos diga si les gusta o no.

¿Cómo se sienten más cómodos en el estudio o en vivo?
C: Para nosotros estar en el estudio es lo más inmediato, porque comenzamos como productores y compositores. Ese es nuestro inicio. Comenzamos a tocar como banda en vivo desde hace un año y ese fue el paso a seguir y como todo tiene sus dificultades. Creo que a la fecha ya nos sentimos bien en el escenario y es cuestión de acostumbrarse y aprender a manejarlo.


MT: Son dos cosas muy distintas. El show en vivo es una cosa sumamente extrovertida y yo como cantante expreso mucho de mí en el escenario, porque soy una persona introvertida. En nuestros conciertos rompemos la barrera con el público. Sí me divierto tocando en vivo, pero a veces siento que es muy desgastante, que uno pone más energía en sus shows de lo que realmente estas recibiendo.

¿Los sesenta están de moda?
C: Creo que actualmente lo más cercano a Los Fancy Free en cuanto a los sesenta es el punk, como Pink Floyd y Syd Barrett, o los comienzos de The Who. Toda esa energía punk de las bandas de esa época, con una sensibilidad más desarrollada, alta, que a nosotros nos inspira más.

¿Cuándo se han sentido fuera de lugar?
MT: Bueno recientemente tocamos con Peaches y sí me sentí totalmente fuera de lugar.
C: A mí no me pareció tanto, pero una anécdota clásica es cuando fuimos a Monterrey hace un par de meses y nos llevaron a una emisora de televisión local, a un programa como para adolescentes, en donde nos entrevistó una conductora como de 19 años, que traía una velocidad para hacernos las preguntas impresionante y ella misma se contestaba. Fue como una especie de dadaísmo cósmico. Fuera de lugar totalmente.

¿Por qué hay que escuchar a Los Fancy Free?
C: Por la misma razón por la que hay que escuchar a los Beatles, porque somos una banda de canciones de tonadillas agradables, que podemos tener una presencia estilística de mil formas, pero en el fondo somos una banda de música light, de música pop directa, accesible.


La entrevista con los Fancy Free fue publicada en el número de septiembre de la revista La Mosca.

BloGalaxia